Tu coche caliente en segundos: el truco definitivo para este invierno
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Cuando descienden las temperaturas en invierno, entrar en un coche que ha pasado la noche a la intemperie puede ser una experiencia incómoda. Los cristales cubiertos de escarcha, los asientos helados y el aire gélido dentro del vehículo hacen que los primeros minutos de conducción sean cuanto menos desagradables. Para combatir el frío, muchas personas encienden la calefacción al máximo nada más arrancar el motor, pensando que así el coche se calentará más rápido. Sin embargo, ésta no es la mejor solución y, además, puede aumentar el consumo de combustible en los coches de combustión o reducir la autonomía en los eléctricos.
El sistema de calefacción de la mayoría de los coches tradicionales funciona aprovechando el calor del motor. Cuando el vehículo se pone en marcha tras una noche fría, el motor aún no ha alcanzado la temperatura adecuada para transferir calor al aire que circula por el habitáculo. Por lo tanto, si se enciende la calefacción de inmediato, lo único que saldrá por los conductos será aire frío. Afortunadamente, es posible calentar el coche de forma más rápida y eficiente siguiendo una serie de pasos muy sencillos.
Cómo calentar el coche en invierno
Si el vehículo ha estado expuesto al frío durante la noche y los cristales están cubiertos de hielo, lo primero que debes hacer es despejarlos. Para ello, lo más recomendable es utilizar un rascador de hielo o un spray descongelante específico.
Un error común es verter agua caliente sobre el parabrisas para derretir el hielo. Aunque puede parecer una solución rápida, el choque térmico podría causar grietas o incluso romper el cristal. En su lugar, también puedes encender la luneta térmica y los retrovisores calefactables (si tu coche dispone de ellos) para acelerar el proceso.
Una vez que los cristales estén despejados, es momento de arrancar el coche. Sin embargo, no es recomendable empezar a conducir de inmediato.Es preferible dejar el motor en ralentí durante al menos un minuto para que el aceite del motor comience a circular, lubricando las piezas mecánicas y favoreciendo un mejor rendimiento del vehículo. Además, este proceso ayuda a que el sistema de calefacción funcione de manera más eficiente cuando se active más adelante.
En el caso de los coches eléctricos, aunque no tengan un motor de combustión que calentar, es conveniente esperar unos segundos antes de iniciar la marcha. Esto permite que los sistemas electrónicos y la batería se estabilicen correctamente.
Uno de los errores más comunes en invierno es encender la calefacción al máximo en cuanto se arranca el coche. Sin embargo, lo ideal es esperar a que el motor alcance una temperatura óptima de funcionamiento antes de activar la calefacción. Dependiendo de la temperatura exterior y del tipo de coche, este proceso puede tardar entre 5 y 10 minutos.
En el caso de los vehículos eléctricos e híbridos, algunos modelos cuentan con bombas de calor o sistemas de precalentamiento, lo que permite que la calefacción funcione de manera más eficiente desde el principio.
Una vez que el motor ha alcanzado la temperatura adecuada, es momento de encender la calefacción. Pero en lugar de dirigir el aire caliente directamente hacia el rostro o el parabrisas, lo más efectivo es orientarlo hacia los pies.
El aire caliente tiende a subir, por lo que si lo diriges hacia la parte inferior del coche, se distribuirá de manera más uniforme. Si el parabrisas sigue empañándose a pesar de la calefacción, puedes activar la función de desempañado, que elimina la humedad acumulada en los cristales y mejora la visibilidad.
Aunque puede ser tentador subir la temperatura al máximo para calentar el coche cuanto antes, lo más recomendable es mantenerla entre 20 y 21 grados. Si tu coche cuenta con climatizador automático, lo mejor es activarlo en lugar de regular la temperatura de forma manual. Este sistema ajusta la calefacción para mantener un ambiente agradable sin desperdiciar energía.
Consejos adicionales
Además de seguir estos pasos para calentar el coche durante los meses de invierno, hay algunos consejos adicionales que es interesante conocer. Uno de los trucos más efectivos es usar fundas térmicas para el parabrisas. Estas fundas ayudan a prevenir la acumulación de hielo durante la noche, facilitando la puesta en marcha del coche por la mañana.
Otro truco útil es abrir un poco las ventanillas antes de encender la calefacción. Esto permite que el aire frío atrapado en el interior salga rápidamente. Además, ayuda a equilibrar la temperatura y evitar que los cristales se empañen.
Calentar el coche en invierno no sólo mejora la comodidad, sino que también reduce el consumo de energía y evita daños en el vehículo. Siguiendo los pasos recomendados por los expertos, como esperar a que el motor se caliente antes de encender la calefacción, dirigir el aire hacia los pies y mantener una temperatura moderada, es posible lograr un ambiente agradable sin desperdiciar combustible o batería.